En el extremo noroeste del Perú, en los departamentos de Tumbes y Piura, es posible encontrar varias especies de orquídeas de gran atractivo como la Cattleya máxima, de grandes flores y color violeta. Hacia el oriente, el departamento de Amazonas alberga extensos bosques de montaña que sirven de refugio a una serie de orquídeas de gran belleza, entre las que destacan las del género de Masdevalia. El valle del río Mayo, en el departamento de San Martín, es conocido como "la tierra de las orquídeas". Aquí es abundante la orquídea golondrina (Cattleya rex), considerada símbolo de la flora silvestre regional.
Huánuco es la puerta de entrada a la selva tropical y el lugar ideal para la observación de orquídeas: bosques de neblina y densa vegetación ocultan a centenares de plantas, entre ellas las Epidendrum que crecen sobre las ramas de los árboles, entre las rocas o sobre el musgo del suelo.
La Cordillera Blanca y Callejón de Huaylas, en el departamento de Ancash, ofrece, además de un paisaje de extraordinaria belleza, varias especies interesantes de orquídeas nativas, entre las que destaca la llamada wakanku (Masdevalia amabilis).
El valle de Chanchamayo en el departamento de Junín, presenta circuitos ideales para los aficionados a la observación de orquídeas. Es especialmente interesante el camino que se interna hacia las localidades de Pampa Hermosa y Monobamba, en las afueras de San Ramón, donde es posible hallar una enorme diversidad de especies como la "mariposa real" (Psychopsis sanderae) y la hermosa "estrella de David" (Huntleya vargasii).
Finalmente, el Santuario Histórico de Machu Picchu alberga más de 200 variedades de orquídeas. Destacan por su belleza las conocidas wakanki, en quechua "llorarás" (Masdevalia vetchiana), y wiñaywayna, "siempre joven" (Epidendrum secundum). La mejor manera de conocer las orquídeas y al mismo tiempo admirar los encantos de esta espectacular región del país es recorrer el Camino Inca, que une la localidad de Qorihuayrachina (en las afueras de Ollantaytambo), con la ciudadela inca de Machu Picchu.
Huánuco es la puerta de entrada a la selva tropical y el lugar ideal para la observación de orquídeas: bosques de neblina y densa vegetación ocultan a centenares de plantas, entre ellas las Epidendrum que crecen sobre las ramas de los árboles, entre las rocas o sobre el musgo del suelo.
La Cordillera Blanca y Callejón de Huaylas, en el departamento de Ancash, ofrece, además de un paisaje de extraordinaria belleza, varias especies interesantes de orquídeas nativas, entre las que destaca la llamada wakanku (Masdevalia amabilis).
El valle de Chanchamayo en el departamento de Junín, presenta circuitos ideales para los aficionados a la observación de orquídeas. Es especialmente interesante el camino que se interna hacia las localidades de Pampa Hermosa y Monobamba, en las afueras de San Ramón, donde es posible hallar una enorme diversidad de especies como la "mariposa real" (Psychopsis sanderae) y la hermosa "estrella de David" (Huntleya vargasii).
Finalmente, el Santuario Histórico de Machu Picchu alberga más de 200 variedades de orquídeas. Destacan por su belleza las conocidas wakanki, en quechua "llorarás" (Masdevalia vetchiana), y wiñaywayna, "siempre joven" (Epidendrum secundum). La mejor manera de conocer las orquídeas y al mismo tiempo admirar los encantos de esta espectacular región del país es recorrer el Camino Inca, que une la localidad de Qorihuayrachina (en las afueras de Ollantaytambo), con la ciudadela inca de Machu Picchu.
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